En el último par de días, un gran número de páginas webs han estado exponiendo un artículo que publiqué hace un par de años, citando las palabras del Bienaventurado padre Seraphim Rose sobre porqué los iconos de la Theotokos lloran. La razón de esto es debido a las historias no corroboradas que aparecieron en un documento polaco hablando sobre docenas de iconos que lloraban, tanto en Rusia como en Ucrania.
Muchos de estas páginas webs son más bien “apocalípticas” en su tono y ven estos milagros como un presagio de cómo la crisis de Crimea puede degenerar en una guerra total (cumpliendo simultáneamente las llamadas profecías de Fátima). Cabe señalar que los iconos no empezaron a llorar durante los pasados días, o incluso durante este año, sino que de echo empezaron a llorar en septiembre del año pasado. Así, los iconos que lloran precedieron a las protestas de Kiev y a la situación actual, y pueden advertir sobre lo que ahora está ocurriendo, en lugar de cualquier cosa peor que pueda suceder.
Sin embargo, entre el artículo recientemente vinculado por tantos sitios webs, surgen estas importantes palabras con relación a esto y a toda esta situación:
“Lo que es cierto es que las lágrimas de la Theotokos hablan directamente al corazón de todo creyente ortodoxo, llamando a todos al arrepentimiento, a enmendar nuestras vidas, y a regresar a la fe ortodoxa y la tradición en su plenitud”.
Puesto que estamos comenzando los rigores del ayuno de Cuaresma, tomemos las lágrimas de la Theotokos como un recordatorio para arrepentirnos, orando también para que hermanos cristianos de Rusia, Ucrania y todo el mundo puedan obrar sabiamente y con temor de Dios.
Traducido por P.A.B
Categorías:ortodoxia en Rusia, ortodoxia en Ucrania