9 de diciembre de 2014
Miles de ciudadanos han tomado las calles de Alemania y Dinamarca durante los pasados días para protestar contra la “islamización de Europa”, contra su oposición a la ley de la Sharia, y pidiendo la paz con la Rusia cristiana, así como el aumento de las manifestaciones callejeras semanales sobre la preocupación de la inmigración.
La ciudad industrial de Dresden en la antigua Alemania del Este ha visto una protesta organizada por los “europeos patrióticos contra la islamización de Europa” (PEGIDA), cada lunes desde hace casi dos meses, con un aumento del número de manifestantes, desde unos “pocos cientos”, en octubre hasta casi 10.000 en estos días. El movimiento alemán ha sido tan exitoso que ha dado lugar a una serie de manifestaciones en otras ciudades, pero que han sido el foco de críticas y de contra-manifestaciones.
La manifestación de los 10.000 de ayer en Dresden, atrajo a 9.000 determinados a evitar que la marcha siguiera adelante, como lo han hecho en semanas anteriores. Los contra-manifestantes se quejan de que PEGIDA tiene en su seno a neonazis, pero sin embargo el tono de las protestas y eslóganes con los que se manifiestan tienen un tono diferentemente antifascista, y a veces parecen estar inspirados por las protestas contra la antigua Alemania comunista del Este, según informa el Daily Telegraph.
Manifestándose bajo el lema que se proclamó en la caída del muro de Berlín hace veinticinco años, los carteles exponen “Wir sind das Volk”, “Somos el pueblo”. Aunque los fundadores de las manifestaciones aseguran ser apolíticos y no estar interesados en preservar la “cultura occidental judeo-cristiana de Alemania”, y “la tolerancia cero para los criminales inmigrantes”, algunas de las pancartas son más abiertamente políticas.
Reflejando la experiencia única de Alemania de luchar contra Rusia, se desplegaron pancartas que señalan “Paz con Rusia. Nunca más guerra en Europa”, reflejando una creciente contracorriente contra el belicismo que tiene lugar en las fronteras de Europa Oriental.
No sólo los ciudadanos de la calle sienten esta desesperación ante la perspectiva de nuevos conflictos. La semana pasada se publicó una carta abierta al Gobierno de Alemania, al Bundestag, y a los medios de comunicación, pidiendo el cese de hostilidades y el diálogo con Rusa.
Firmado por sesenta políticos, académicos y celebridades, en las que se incluye en anterior Canciller alemán Gerhard Schröder, el anterior presidente alemán Roman Herzog y el astronauta Sigmun Jähn, la carta dice: “Nosotros, los abajo firmantes, pedimos al gobierno federal que tome su responsabilidad en la paz en Europa. Necesitamos una nueva política de detención en Europa… La necesidad de seguridad de los rusos es tan legítima como la de los alemanes, polacos, los bálticos y los ucranianos”.
“También debemos instar a una Rusia europea… Desde el Congreso de Viena de 1814, Rusia ha jugado un reconocido papel global en Europa. Todos los que han intentado cambiar esto, han fracasado violenta y sangrientamente, por ejemplo el último megalomaníaco, Hítler, que en 1941, de forma asesina se propuso someter a Rusia”.
El domingo, por separado, grupos de manifestantes anti-islamistas se reunieron en Copenhague, Dinamarca, para protestar contra la reunión del grupo extremista pan-islámico Hizb ut-Tahrir, u “orgullo de la Sharia”, un movimiento que “abiertamente” apoya el establecer un califato europeo y la ley de la Sharia.
Hizb ut-Tahrir se ha opuesto al reciente anuncio del gobierno de Copenhague de trabajar para reducir el número de personas en la ciudad que apoyen la Sharia, lo cual calificó este grupo de “ataque contra el Islam y los musulmanes”.
“Nosotros, en Hizb ut-Tahrir tenemos un objetivo claro, y es la protección del Islam y los musulmanes para conseguir el cumplimiento de los valores. Por eso hemos puesto de manifiesto repetidamente los ataques políticos daneses contra el Islam y los musulmanes, y esta vez no va a ser una excepción”.
El político local Lars Aslam Rasmusse, condujo la contra-manifestación, diciendo: “Para mí, es importante mostrar que hay otro Nørrebro, que no acepta las cosas que representa Hizb ut-Tahrir. Pero mientras sean una organización legal, nosotros, los políticos, lamentablemente no podremos hacer nada”. Mientras se dirigía a la multitud, se informó de que fue abucheado por miembros jóvenes del movimiento Hizb ut-Tahrir, que gritaban: “Legalizad la Sharia”.
Traducido por psaltir Nektario B.
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