Sección dedicada a presentar y dar a conocer datos y curiosidades históricas de la iglesia Ortodoxa y su registro arqueológico.
BREVE INTRODUCCIÓN
La historia es una peculiar dimensión del ser y el acontecer. El pensamiento histórico es una categoría espiritual propia; no es innata al ser humano. Cuando se quiere comprender a la Iglesia históricamente, cobra un significado especial, el hecho de la relación de la iglesia con su contexto que la Iglesia tiene que ver, y por cierto esencialmente, con elementos que hacen a su propio accionar socioinstitucional, dentro del devenir histórico.
La Iglesia es el cuerpo místico de Cristo, el Cristo que sigue viviendo. Por eso es algo divino y objeto de fe. Como tal no puede ser captada ni comprendida, en el sentido propio de la palabra, por la inteligencia humana; ésta puede, sin embargo, penetrar en su naturaleza y en sus obras con hondura suficiente para hacer de ella una exposición científica.
Una ayuda importante para lograr este objetivo es el conocimiento de la historia de la Iglesia. Pues aunque la Iglesia es divina, tiene una historia real:Jesucristo, el Logos divino venido al mundo y, con ello, a la historia por la encarnación, su vida, su doctrina y su influjo en el curso de los siglos hasta hoy.
El cúmulo de los datos de la historia de la Iglesia durante estos siglos nos enseña lo siguiente: cuando con Cristo y su mensaje lo divino irrumpió en el mundo de lo natural y dio testimonio de sí mediante milagros, no destruyó las categorías del ser y el crecer naturales; se sometió a ellas. El cristianismo no se tornó en modo alguno una magia. Así, la realidad divino-cristiana, que como tal no puede mudarse, como fenómeno histórico ha tomado a lo largo de los siglos múltiples formas. Como cuerpo de Cristo, la Iglesia es un organismo vivo que no permanece anquilosado en su estado originario fundacional, sino que se desarrolla.
La encarnación de Dios (Jn 1:14) es la base de la Iglesia; de este hecho, por tanto, debe partir toda descripción de su historia. Cristo predijo que sus palabras no iban a pasar (Mt 24:35); pero también que su reino iba a extenderse con un crecimiento inesperado (Mt 13:31 cf. Mt 28:19s). El crecimiento orgánico sobre el fundamento de los apóstoles (Ef 2:10) y bajo la dirección del Espíritu Santo (Jn 16:13) es, por lo mismo, una categoría fundamental de la historia de la Iglesia.
La Iglesia, efectivamente, ha tenido un desarrollo real, que puede seguirse en el culto, en la teología, en la administración, en la doctrina y en la comprensión de sí misma. Su contacto con los diversos pueblos y culturas ha provocado profundos cambios.
Una de las cosas más grandes e impresionantes de la historia de la Iglesia es el hecho de haber permanecido, dentro de sus enormes progresos e innumerables debilidades, fiel a su esencia, infalible en su núcleo e inequívocamente inmutable.
Para exponer la historia de la Iglesia tal como realmente ha transcurrido, es decir, como se ha configurado de hecho bajo la voluntad del Señor de la historia, es condición indispensable adoptar la actitud cristiana básica: ser oyente. La historia de la Iglesia no puede deducirse de las ideas, ni siquiera de las reveladas; hay que descubrirla con fidelidad y abnegación en lo que un día vino a ser y fue sin nuestra intervención.
Historia de la Iglesia, introducción.
Artículos de la sección:
1.- Origen de la fiesta de la procesión de la Santa y Vivificante Cruz del 1/13 de agosto
2.- Historia de la Laura de San Aleksander Nevsky en San Petesburgo
3.- Origen de la fiesta de la Indición: Año nuevo eclesiástico
4.- Historia sobre la construcción del templo de la Resurrección de Cristo en Jerusalén
5.- Micaelion, la primera iglesia dedicada a San Miguel Arcángel
6.- Descubierto el lugar de enterramiento del Santo Archidiácono Esteban el Protomártir